MIGUEL PANADÉS/ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Y mientras los dos mejores equipos de España velan armas esperando la segunda batalla de la Final de Liga Femenina en Logroño se reúnen los ocho mejores de la Liga Femenina 2 para iniciar el desafío final que les lleve a poder competir precisamente contra esos “grandes” de nuestro baloncesto femenino en la máxima categoría nacional. Plantillas con jugadoras que en la mayoría de los casos alternan baloncesto y trabajo, baloncesto y estudios. Entrenadores y entrenadoras que dirigen proyectos modestos con la misma dedicación, presión y ambición que sus colegas profesionales. La Liga Femenina 2 consigue establecer una ambigua relación entre un baloncesto sin las compensaciones económicas del profesional pero con la misma exigencia deportiva.

La “liga 2” se convierte en una competición fundamental, por una parte para el crecimiento deportivo de jugadoras y entrenadores y por otra para crear ese espacio necesario para acoger la gran cantidad de jugadoras y técnicos que quieren y tienen la oportunidad de formar parte de un baloncesto de alto nivel. La inmensa mayoría de ellos y ellas tienen las capacidades para poder vivir el baloncesto un escalón más arriba, en la élite, junto a los mejores de España, en una Liga Femenina que más allá de los generalizados problemas económicos que asolan a todas las competiciones de todos deportes y niveles, reúne unos alicientes indiscutibles.

El sábado por la noche la atención del baloncesto femenino español se centrará durante dos horas en Rivas pero desde hoy y hasta el domingo la pasión, la emoción, el baloncesto en estado puro, la ambición por llegar a lo más alto, se concentrará en Logroño, sede de una fase de ascenso repleta de jóvenes talentos, de jugadoras que forman parte de esa inmensa armada española que fluye desde el trabajo de los clubes, de las federaciones autonómicas, de la vocación de cientos de entrenadores invisibles ilusionados con el objetivo no sólo de ganar si no de contribuir a la progresión de esa gran cantidad de jóvenes jugadoras que se inician en el baloncesto emprendiendo un apasionante viaje, primero por las categorías de formación, luego por las competiciones Autonómicas para de pronto vivir la pasión de la Liga Femenina 2, antesala de la élite.
Son ocho equipos pero representan a todos los proyectos de una competición maravillosa. Proyectos liderados por esos directivos y directivas entregados desinteresadamente a una pasión llamada baloncesto y ofreciendo desde décadas continuas lecciones de generosidad. Representan jugadoras y entrenadores capaces de robar tiempo a familia, estudios, amigos para entregarlo al baloncesto. Para viajar toda una noche en autocar y acudir directamente a la universidad o al puesto de trabajo con tanto sueño como ilusión por haber podido disfrutar del baloncesto de una liga importante. Representan a esos técnicos que se impregnaron de la pasión del baloncesto desde muy jóvenes y que por un camino más corto o más dilatado en experiencia, viven la competición con “dedicación mental” exclusiva aunque el día tengan que completarlo con otras labores.

La prensa local se hace eco estos días del sueño de todos ellos y ellas y desde estas líneas sólo mostrar tanto respeto como admiración por todos y cada uno de los y las protagonistas que hacen realidad una competición que da sentido al trabajo de tanta gente anónima y decisiva en los éxitos de nuestro baloncesto.