Han ejercido durante gran parte de la temporada como una de las mejores defensas de una LF2 en la que han destacado por su capacidad para correr la pista, pero su éxito no ha sido ni mucho menos fruto de la casualidad. Y es que el CityLift GEiEG ha llegado a lo grande a una competición en la que su permanencia está virtualmente asegurada tras haber abrillantado los cánones formativos de un grupo con una de las medias de edad más bajas de la categoría.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Ocupan tan sólo un pequeño espacio dentro de los 265.000m2 que componen las instalaciones del GEiEG al sur de la ciudad, pero la sección de baloncesto de este histórico club catalán ha conseguido este año lo que parecía un imposible tan sólo unos pocos años meses, el volver a hacerse fuerte en el panorama nacional a través de la Liga Femenina 2.
Todo ello tras el ascenso de categoría protagonizado el pasado curso por una plantilla que rezuma juventud por sus cuatro costados y en la que la progresión individual de todas y cada una de sus jugadoras camina en paralelo a la construcción de los conceptos propios de un equipo.
Sólo así puede entenderse la progresión colectiva lograda esta temporada por la plantilla dirigida por Joan Pau Torralba a través de las 10 jugadoras que componen un roster cuya media de edad apenas supera los 20 años y en la que su jugadora más veterana no va más allá de los 25.
Ingredientes que han llevado al CityLift GEiEG Uni Girona a brillar en una LF2 en la que se han mostrado como una de las defensas más sólidas de la competición. Un equipo que ha encontrado una sexta marcha a través de un rebote defensivo y unas recuperaciones de balón que han imprimido electricidad a su juego para poder mantenerse por encima de los puestos de descenso a lo largo de toda la campaña.
Porque si algo ha demostrado este año el conjunto gerundense es que, en una ciudad con una amplia oferta baloncestística, su nombre puede sonar con tanta fuerza como el de cualquiera de sus vecinos.
Y la mejor prueba de ello no es otra que la alianza firmada con un Spar CityLift Girona que ha enriquecido sus entrenamientos con cuatro de sus jugadoras (Méndez, Soler, Moya y Bagaria). Una nueva dimensión en la que han alcanzado exposición nacional con el debut de tres de ellas en la LF Endesa pero también internacional con el estreno de Núria Bagaria y Julia Soler en Euroliga.
Porque si algo ha quedado claro esta temporada es que, en el Pavelló Lluís Bachs, hay futuro…
González: “Ahora somos conscientes de que podemos competir en esta Liga”
Ha sido una temporada de sensaciones, de descubrimiento, de saber superarse día a día y, con todo ello, el club ha sido capaz de plasmar a nivel nacional una filosofía que conoce a la perfección su capitana.
Y es que, Vanesa González ha acompañado al club en su travesía hasta una LF2 que, tal y como explica, veían sumamente lejana tan sólo unos meses atrás: “Siendo sinceros, el año pasado no era nuestro objetivo ya que en Copa Catalunya éramos uno de los equipos que siempre estaba arriba pero que nunca se había clasificado para la F4. El año pasado las cosas salieron realmente bien y creo que el club supo afrontarlo de una manera realmente buena, apoyando a la plantilla que logró el ascenso y creyendo en nosotras. Eso te da seguridad y te ayuda a afrontar de la mejor manera posible una temporada totalmente nueva para todas”.
Un año en el que la capitana no las tenía todas consigo pero en el que los esfuerzos del equipo han servido para poder lograr la estabilidad necesaria: “En ocasiones suelo ser un poco pesimista cuando se producen cambios de escenario y por eso este verano hubo momentos en los que creía que no iba a ser capaz de dar todo aquello que la competición me iba a pedir. Eso hizo que durante los primeros partidos me costara un poco el poder entrar en dinámica pero en cuanto vi que las cosas comenzaban a salir, fui cogiendo confianza en mi juego. Creo que las cosas han salido mucho mejor de lo que hubiera podido imaginarme y que podemos estar contentas por este primer año en LF2”.
De este modo, el equipo fue dando pasos al frente en una competición en la que han sido capaces de alcanzar todas las metas propuestas por el cuerpo técnico: “Creo que nadie del equipo se hubiera podido imaginar un año así. Pensábamos que todo iba a ser más complicado, que nos iba a costar ganar partidos y que las victorias iban a tardar en llegar, pero este es un equipo que trabaja mucho en los entrenamientos y que lucha en cada partido y eso hadado resultados. Creo que hemos competido con casi todos los equipos de la Liga y que tan sólo la falta de experiencia nos ha permitido el haber podido ganar algún partido más. Hemos aprendido quiénes éramos al principio y quiénes podíamos llegar a ser y eso es para sentirnos orgullosas de la temporada realizada”.
Orgullo del que puede sentirse partícipe una jugadora para la que sus 25 años hacen de ella una atípica capitana siendo la más veterana de su vestuario: “Bueno... la verdad es que me siento más vieja de lo que soy jajaja. Creo que es una suerte el poder tener un equipo tan joven porque la energía que desprenden las jugadoras es alucinante. Si hemos jugado un papel tan bueno en nuestro primer año ha sido gracias a esta juventud, aunque hay que reconocer que a veces también nos ha castigado. Si tengo que elegir prefiero mil veces ser la veterana de los 25 que la joven de los 25, así que estoy encantada con unas compañeras que me hacen parecer un poco más vieja pero que me llenan de juventud”.
Vanesa González debutó este curso en LF2 (Foto:GEiEG)
Soler: “Compaginar con el Uni Girona te ayuda a entender mejor el baloncesto profesional”
Por su parte, Júlia Soler es una de esas jugadoras que representan el papel de proyección internacional dentro de un equipo desde el que ha paseado este año por las canchas españolas su condición de Campeona de Europa U18 en categoría 3x3.
Todo un éxito con el que completó un 2019 de ensueño en su palmarés personal: “Ha sido un año realmente increíble. Al principio de temporada nadie se hubiera podido imaginar el estar ahí y mucho menos el terminar logrando un ascenso que nos dejó una sensación de euforia absoluta. Cuando el club confirmó que íbamos a poder ser equipo de LF2, toda esa euforia se transformó en ilusión y ganas de prepararse para la temporada aunque, si bien es cierto, afrontábamos el nuevo año con mucho respeto”.
Pese a ello, el equipo ha sabido encajar a la perfección en una categoría que no ha tenido secretos para ellas: “La adaptación ha sido buena porque la gran mayoría jugábamos ya juntas el año pasado en Copa Catalunya y eso nos ha ayudado mucho a la hora de poder ser una piña tanto dentro como fuera de la pista. Este año hemos notado un gran cambio, sobre todo físico pero el equipo ha sabido adaptarse tanto a esto como al trabajo de scouting que, en años anteriores, no era tan intenso como ahora”.
Todo ello aderezado con su presencia, junto a otras tres compañeras, en el transatlántico de la ciudad, un Uni Girona con el que Soler debutó ya el pasado curso en LF Endesa y con el que ha podido estrenarse este año en Euroliga: “El poder formar parte del día a día del Uni Girona es una gran oportunidad para ver y vivir el primera mano cómo es la vida en un equipo profesional con todo lo que ello conlleva. Las horas de entrenamiento, la preparación de los partidos, los viajes… Cada entrenamiento es un aprendizaje constante y el poder hacerlo con las mejores es una gran suerte. Me encanta poder sumar experiencias como ha sido el poder debutar este año en Euroliga y viajar con el equipo porque es ahí donde te das cuenta del gran esfuerzo que te requiere el formar parte de un equipo como este”.
Estreno en Euroliga para Júlia Soler (Foto: David Subirana)