LF2
Cristina Cantero: “Debemos ser nosotras mismas”
11/4/2015 - 2:01 PM
Desde su experiencia como jugadora de élite durante muchos y como entrenadora de un grupo de jugadoras a las que a muchas ha visto crecer, Cristina Cantero gestiona la adversidad con serenidad y conocimiento. Representa una de las muchas diferentes realidades de los entrenadores.
MIGUEL PANADÉS/ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Cero victorias en las primeras cinco jornadas con la carga emocional que ello supone y, ante una circunstancia adversa, inteligente ejercicio de entrenador, aplicando aspectos relacionados con la táctica, con la psicología, con la condición física y, recordando ante todo, que de lo que hablamos es de baloncesto. Que las soluciones llegan desde la pista, desde el talento individual que existe, desde la complicidad colectiva, que existe, desde la búsqueda de las capacidades propias. “Ser vosotras mismas”, les dice esta entrenadora que de pronto se encuentra al frente de una nave con tripulación inexperta y con viento en contra pero con riqueza en la suma de voluntades por encontrar rumbo y llegar a puerto con salud.
El baloncesto es bello incluso desde la derrota y más cuando se comparten ideas más relacionadas con la mejora que con el rendimiento inmediato aunque sea cierto en seniors, que éste condiciona ineludiblemente el estado de ánimo. “Está claro que los resultados no acompañan pero la actitud es buena, la capacidad de trabajo de todas las jugadoras es excelente y a partir de ahí y aunque tenemos razones para justificarnos, no buscamos excusas. Quejarse no sirve de nada y sí apretar los dientes. Hay semanas en que nos planteamos objetivos basados en la mejora y otras en las que además, queremos ser ambiciosas en resultados. Estamos en una en la que el crecimiento del equipo nos lleva a estar capacitadas para competir el partido del próximo fin semana”. Cristina Cantero se expresa con la naturalidad de quien lleva interiorizado este complejo mundo del baloncesto. Celta compite con una plantilla más que joven, y lo hace desde el convencimiento de que ese es el camino adecuado en un club con vocación formativa pero a la vez con ambición competitiva. De sus dos referentes de la pasada temporada, una juega en LF en Ferrol y la otra anda lesionada. A partir de ahí contratiempos en fichajes pero respuesta adecuada desde el día a día. No hay excusas…
La entrenadora echa mano de sus recuerdos como herramienta, de sus sensaciones de cuando jugaba para identificar ahí reacciones que pueden producirse cuando los resultados son reiteradamente adversos. “Lo que más me preocupa es que controlemos las cabezas porque eso es la clave para saber competir cuando vas cinco puntos arriba sin que el estrés te traicione o para evitar caer en el desánimo cuando vas cinco abajo y por lo tanto tienes mucho partido por jugar. Pero eso lo aprendes con los años, con la experiencia por la madurez te ayuda a gestionar mejor las dificultades y ahora resulta que le estamos pidiendo a jugadoras que llevan muy poco en seniors que aceleren sus procesos de madurez”. Reconoce Cristina estar haciendo un trabajo individualizado, un “traje a medida” para que cada jugadora sea “ella misma” y exponga sobre la pista las virtudes que sin duda posee. Sabe a quien se dirige porque a algunas de ellas las conoce desde que eran infantiles.
Reflexiones inteligentes de una entrenadora que vive esa realidad que también existe y que lejos de provocar depresión lo que consigue es revalorizar la figura de un líder, del capitán de la nave. Decía Ponsarnau que “en la derrota hemos de ser los mejores” y los entrenadores, los buenos, lo son. “Tengo la sensación de que en esta liga hay más jugadoras veteranas y eso hace que se ponga más en evidencia si cabe la inexperiencia de las más jóvenes. Pero también tengo la sensación de que el equipo crece y que estamos en la línea adecuada para competir”. La tarde del sábado en la pista del Universidad de Oviedo, otro equipo que vive en el escenario de la dificultad, será el baloncesto, con toda su amalgama de maravillosas sensaciones y que abraza alegrías y disgustos, el que saltará a la pista y tras dos horas de esfuerzo unas andarán entusiasmadas y otras apretarán los dientes conscientes de que el deporte siempre ofrece nuevas oportunidades. Suerte a todas.